La maternidad a los 33 (con un hijo de 5)
¿Saben cómo es la maternidad a los 33? Todos me decía que esperar tanto había sido malo, que no tendría la energia suficiente yo sentía que los 27 era genial, ¡Podía hacerlo todo! Pero entonces la maternidad mostró que no todo es miel sobre hojuelas y que el primer año de hecho es el mas sencillo.
Table of Contents
Mi hijo tiene mas energía que yo
Angel era imparable, tenía que estar todo el tiempo al pendiente pues además de la energía era demasiado aventurero, se salía de la cuna, trepaba muebles, intentaba abrir ventanas, el mundo se me sacudió y yo sencillamente no podía seguirle el paso. Había empezado un proyecto documental que pensé tenía todas las herramientas para darle con todo pero el tiempo que la casa y mi bebé me consumía hacía que me sintiera levemente inútil al no saber como administrar el tiempo. Estaba realmente perdida.
Veía a las madres mas experimentadas a mi alrededor y me sentía todavía peor, ellas tenían mas de un hijo, trabajaban fuera de casa y parecía que tenían todo bajo control, mis problemas no eran nada y mis amigas sin hijos obviamente no entendían de que me preocupaba.
Cocinaba cuando el dormía, lo mismo lavar los trastes, eso si dandome siempre mis escapadas a verlo cada 10 minutos por mucho (un día se despertó e intento escaparse por la ventana, la primera vez que se salió de su cuna) todos las reuniones se hacían en casa (tengo los mejores amigos que nunca me dejaron sola) o las citas se pensaban alrededor de Angel y mio (siempre cerca del departamento y temprano)
Cuando decidí hacer la maestría sentaba a Angel a mi lado mientras yo investigaba y hacía los trabajos, el «trabajaba» en alguna actividad didáctica pero obviamente yo no me tardaba 15 minutos y el no podía estar sentado mas de 20, así que se volvía una locura en la cual tenía que pensar en solo ocupar las noches o recurrir a la ayuda salvadora de mi madre, pero había veces que las cosas se complicaban y tenía que buscar trabajar mientras aventaba la pelota o jugaba fútbol con él.
Y descubrí eso que se dice mucho pero que no comprendes hasta que ya estas ahí, la maternidad cual torbellino viene a revolucionar toda tu vida, tus horarios, amistades, lugares que frecuentas todo se cambia y se adapta a las necesidades de tu bebé, cada etapa presenta un nuevo reto, tu espalda se acaba cuando están aprendiendo a caminar, la paciencia se pone a prueba cuando dejan el pañal (porque sabes que es delicado también para ellos y cada reacción cuenta) ir al baño sola se convierte en un mito, las mismas canciones una y otra vez a veces terminas agotada y no sabes ni porque si tu casa parece campo de guerra todos los días como si nunca hicieras nada (pero lo haces) entonces la maternidad parece de hecho una prueba a tu cordura y resistencia.
La maternidad a los 33 (sigue teniendo mas energía pero)
Si me sentía agotada antes de los 30 ¿Cómo me sentiré ahora? Soy una sobreviviente, he pasado el fin de la lactancia, pañales, colecho, los terribles dos, la vida de un threenager, la entrada al kinder y estoy sufriendo con la entrada a la primaria pero ahora sé que puedo hacerlo, tengo una tribu que me apoya, una pareja con la que seguimos aprendiendo a conciliar las diferencias de opinión en la educación de nuestro hijo y cada cosa que parecía pesada y complicada y que ahora es un habilidad adquirida para Angel lo ha vuelto en un pequeño mas independiente, de ha poco el tiempo ha vuelto a mis manos, no solo no tengo que estar todo el tiempo al pendiente mientras hago el quehacer o cocino, ahora él también se involucra con pequeñas actividades acorde a su edad, no tengo que empezar mi rutina 20 minutos antes para que podamos estar listos los dos a tiempo, él escoge su ropa se viste y bueno ya hasta se baña solo.
Mi maternidad a los 33 les puedo decir, estoy menos cansada que antes porque lo que se nos olvida a las madres primerizas es que los hijos crecen y cada gota de independencia los va acercando mas al día que dejan el nido que hoy parece lejano y no nos preocupa (aunque a veces nos agota) pero cuando ese día llegue sabemos que de hecho es muy rápido.
Lo sé hoy mientras escribo este post Angel esta a lado mío leyendo las indicaciones de su libro sin necesitar de mi y me siento orgullosa de cada minuto que pase leyendo con él, porque ese «tiempo extra» que ahora vuelve a mis manos ayer se ocupo muy bien, tengo 33 y espero que mucha vida por delante para seguir trabajando, disfrutando con mi pareja, conmigo, con mis amigos y por supuesto aprendiendo a ser madre con Angel (que ya entrará a la primaria y nuevas aventuras llegan con eso) así mi maternidad a los 33
En mi caso tengo 34 y un niño de 4, te entiendo perfectamente, también trabajo en casa y sin embargo estoy buscando otro bebé justo ahora que parece que ya lo tengo todo bajo control