Mejor lactancia que formula

Nunca creí ser de las mujeres que pensaban que mejor lactancia que formula pero así me pasó 

La lactancia antes de un par de años no significaba nada para mi, bueno de hecho por loco y extraño que parezca la alimentación de los bebés tenía mas que ver con biberones que con el pecho. Como ya les había contado mi mamá nos alimento solo tres meses ya que terminando la cuarentena regreso al trabajo por lo cual fue bastante difícil si además le sumamos que su familia se encontraba bastante lejos como para ser un soporte, así que lo común era la leche de formula.

Fuera del contexto familiar, en el caso de las amigas la idea a futuro era la misma «formula» entre las bromas por que mi pequeño es petit y mi hijo moriría de hambre hasta la comparación con la cuñada de una de ellas, la cual a pesar de tener «un gran corazón» no había producido leche para amamantar a ninguno de sus tres hijos. El camino estaba marcado y a pesar de que debido a mi trabajo estuve en contacto con especialistas en lactancia, revise gran cantidad de cápsulas que hablaban de los beneficios y métodos no puse tanta atención porque era algo con lo que en verdad no estaba familiarizada, con mi hermana paso igual, después del nacimiento de mi primer sobrino, su suegra se encargo de prepararle atoles para incrementar la producción pero el niño comía tanto que no se llenaba (ahora se que mas importante que los atoles es fundamental el apoyo a las madres primerizas y que la producción depende de la succión del bebé) así que por supuesto llego el biberón, sin problemas, sin culpas como algo normal. Por supuesto que me alegra que mi hermana no sintiera culpa, porque una maternidad culpable no se siente bien, sin embargo me hubiera gustado que no fuera algo tan normal en mi familia, que alguien se levantara y dijera Hey, podemos amamantar!!

Ya en mi embarazo, los biberones eran algo para considerar a pesar de tener toda la información por escrito, de conocer la liga de la leche, de leer bastantes blog en internet, tenía tan arraigada la formula que recuerdo bien un día al ir a hacer las compras para la semana, estaba esta fabulosa promoción de 3 por 2 en artículos para el bebé que le dije a mi pareja que debíamos aprovechar ademas los diseños eran bastante tiernos ( si en mi embarazo ademas de todo andaba de un cursi y sensible de miedo) Marco no entendía porque comprar mas de uno y yo toda segura le conteste «Pues porque los bebés toman leche todo el tiempo» y bueno compramos nuestros primeros tres biberones, hay justo en ese pasillo en donde ademas encuentras los esterilizadores, chupones, agitadores eléctricos (aquí tengo que hacer una pausa necesaria y preguntar ¿pero en serio alguien compra eso?)y demás chunches que la mercadotecnia te dice son necesarias para tener un bebé feliz. Por supuesto en mi baby shower (mismo que aunque no fue mixto si estaba ahí mi pareja, pues este es un camino de dos y un festejo de dos) llego el esterilizador, mas mamilas y el cosito para guardar tomas de leche cuando sales, pues sabíamos que no iba a llenarlo.

Después de mi BS y conforme se acercaba la fecha de parto, de nuevo algo cambio en mi. No quería saber nada de formulas o biberones, quería que mi bebé se alimentará de mi, sólo de mi. Por qué? Porque creo que la tierra provee lo necesario para mi salud y si creo que ella me cuida a través de sus frutos porque no creer que yo y mi cuerpo podía hacer lo mismo para mi bebé. Así que lo decidí y me plantee esa meta.Lo cual me lleva también a pensar en la actitud frente a la lactancia que tenemos como sociedad. Los baby shower se pensaron como una celebración a las futuras madres, un momento en el que las mujeres que ya habían sido madres brindaban consejos y aportaban de acuerdo a su experiencia y si, se hablaba y fomentaba la lactancia, por alguna extraña razón eso ya no se hace. La siguiente imagen da muy buenos ejemplos de que regalar en estas situaciones y mas que el regalo es el mensaje «Tu puedes y no estas sola» aunque agradezco los regalos que me hicieron y se que partieron desde su experiencia y con la mejor intención. Y sí, si los necesite y fueron de ayuda, debido a mi lactancia mixta, pero tal vez si cambiamos los regalos, cambiamos el mensaje y se podrían lograr mas lactancias felices eliminando la regla de «por si no puedes» o «por si no lo llenas».

Y llego el día un 3 de noviembre despues de un extraño trabajo de parto Ángel vio la luz de este mundo y después de unos minutos y de que ya nos conocimos frente a frente, me llevaron a un cuarto a media luz y en seguida llego él nuevamente, la enfermera lo coloco a mi lado y me dijo «Ahí tiene a su bebé la dejo para que lo alimente» y se fue, yo no sabía que hacer y él era tan pequeño pero a la vez tan perfecto, lo vi, le salude nuevamente y en tono de broma le pregunte ¿Tu sabes como se hace esto? por que yo no. Lo mi brazo rodeaba su cuerpecito gire su cabeza y le ofrecí mi pecho, entonces me dio la respuesta él sabía como hacerlo lo sabía muy bien. Sentí sus labios prenderse a mi y la vida fue tan bella, éramos solo el y yo, esa vida que había crecido dentro de mi, a la que cuide y alimente sin verla, esa vida era mas que real, no era yo, ni una extensión de mi, era un ser diferente con toda su magia, su fuerza y a la vez tan delicado que necesitaba de mi. No tengo idea de cuanto tiempo paso, me perdí en su rostro, en lo dulce que era tocarlo, en lo pequeño de su cuerpo, su padre no estaba con nosotros, el hospital no lo permitía pero le hable de él y del guerrero que había surgido muchas paredes nos separaban pero algo mas grande que cualquier muro estaba uniéndonos.

En ese momento nunca se me hubiera ocurrido pensar que habría algo que me hiciera frenar el vivir plenamente y por los meses que fueran necesarios esta experiencia, pero bueno es que estaba estrenándome y no sabía lo que estaba por venir