De autopistas, carritos y run runs

Cuando nos enteramos que estábamos embarazados la broma entre nosotros era que si era niña seguro arrasaría con mis barbies y si era niño (ya saben carritos) ese Delorian edición especial que Marco compro sufriría las consecuencias. Pocos meses después nos enteramos que tendríamos un adorable varón y dejamos de preocuparnos sobre los juguetes. 

 Al principio agarro parejo (mi querida Barbie Torre Eiffel ya ni siquiera tiene zapatos) pero después del primer año cayó en todos los clichés de su generó, ¡en verdad! aquí en la casa ni por equivocación se mira el fútbol ( a Marco no le gusta aunque yo soy una fiel Puma) pero las piernas de mi hijo están mas que tonificadas por tanto patear las pelotas y balones que dado el gusto que mostró le fuimos comprando y si hay un juguete obligado en la mochila (de Cars por supuesto) es cualquiera de sus carritos así que si tal cual Ángel es un niño de carritos y pelotas sin mas

camisa de cars, tenis de cars, carrito de burbujas, carro montable

Y de todos los gustos que él puede tener creo que es es el que mas gusto y nostalgia me da. De los hermanos mi padre fue él único que no tuvo un hijo varón pero él siempre dijo que nunca le hizo falta, amaba a sus dos niñas con el plus de que a mi me encantaba jugar con carritos y mi juego preferido era cuando él con una tiza dibujaba sobre el patio la mas maravillosa carretera. Al principio solo tenía las curvas y ya pero de a poco la dificultad fue subiendo, le dibujabamos:  terraceria, manchas de aceite, topes, cárcel, baches, espinas, desviaciones en fin cualquier locura era permitida, pasábamos la mañana trazando para después correr, así que en secreto me prometí que le regalaría una autopista pero no me alcanzo el tiempo para hacerlo. Y cuando Ángel mostró tal gusto por el automovilismo, sabía que esa pista tarde que temprano llegaría.

Por supuesto empezó corriendo los carritos por cualquier espacio de la casa que se dejara, sobre las piernas de mamá o la espalda de papá, los sillones, la guitarra todo depende del tamaño del carro que eligiera y una buena tarde que teníamos mucho trabajo y el tenía unos chiquitos a la mano se me ocurrió sacar la tina para que los corriera dentro como rampa, pero termino metiéndose con ellos a la tina y de ahí surgió el primer «proyecto autopista»

Con las piezas de  los tapetes de Toy Story y Pooh, cinta canela (infaltable en la casa junto con el gaffer todo se puede solucionar con ellas jajaja) y una caja. Estaba perfecto porque en la tina poníamos todos su carritos y él simplemente los deslizaba, si se acababan salía a recogerlos y cuando los tenía todos nuevamente en el «garage» las carreras comenzaban.

De este se desprendieron otras variantes, rampa desde la mesa, conectando sillones y nuestra favorita: me siento en el sillón con las piernas extendidas, los tapetes encima, Ángel deja correr los carros y cuando van a llegar al final subo las piernas y salen volando (además tonificas el abdomen jajaja).

Después quisimos probar el reciclaje y antes de tirar una casita de cartón que le habíamos comprado antes para que pintara y que de tantos juegos ya no se tenía en pie Marco la corto para hacer vías y tener otra autopista, este proyecto nos quedo a la mitad porque ya no hicimos los segundos pisos aunque si compramos los palitos de madera que los sostendrían (segundo pisos que no se terminan…no se porque me suena familiar jejeje), esta era la locura porque se conectaba con los sillones y la mesa del comedor y tenía esa puertita que era como caseta de peaje, pero al ser cartón ya bastante traqueteado los carros grandes acabaron con ella.

Ahora que cumplió sus dos añitos y para cerrar noviembre su papá le regalo una autopista que además nos trae locos a los tres porque venía con dos carritos shake and go (él ya tenía uno desde antes)  así que cada quien tiene el suyo para competir desde que llego no hay un día que no juguemos ahí, aún cuando estuvo enfermo (le pusimos su tapete al ruedo para que no se le pasara el frio) y como tiene un ancho respetable varios de sus carritos caben ahí (además de las bolitas para el boliche así que a veces los carros tienen que huir de ella jajaja) bueno ya la metimos hasta a la alberca inflable, nada mas que hace demasiado frío como para que sea bajo el agua pero ese es un juego que se quedara en el tintero esperando un día caluroso.

Amo verle jugar y aunque estoy consiente de que lo importante es el juego, no el juguete creo que ha sido una buena adquisición y con esta vamos entrenando para cuando este un poco mas grande y el clima mejore para atacar la plancha del edificio de al lado y construir la mega carretera 😀

Saludos, feliz jueves y felices juegos